PORQUE HE ESTADO AHÍ
He sido director de hotel y sé lo que es no estar preparado para gestionar personas y emociones colectivas. ¿Sabes qué me pasó?
En 1998 entro a trabajar en el hotel Doña Lola Club. 9 años más tarde, me postulo para ser Director de dos resorts de la misma cadena. ¡Y me dicen sí! En mi presentación al personal de ambos complejos expongo una visión fantástica de dónde íbamos a estar a 2 años vista, mi voluntad de trabajar duro y las variables que mejorarían (satisfacción del cliente, clima laboral, facturación, innovación…). Todos me miran asintiendo y dando la bienvenida. ¡Genial!
Sin embargo, tras el primer mes todo sigue igual. Será cuestión de tiempo, pensé. Pasan 2 meses y no hay cambios. Pasan 4… y lo mismo. ¡Al quinto tampoco! Entonces me pregunto: no puede ser que 60 personas estén haciéndolo mal, ¿seré yo? Y me estampé con una frase genial: no hay líder si no hay seguidores. Es decir, no estaba siendo un líder eficaz.
VULNERABILIDAD Vs SUPERMAN
Gracias a mi ascenso rápido, mi licenciatura y MBAs y demás experiencias, me creía Superman (“no lo sé” no entraba en mi vocabulario; mi vanidad me decía que yo debía saber de todo, hacer de todo, estar presente en todo). En un ejercicio de reflexión, opté por la vulnerabilidad en lugar de ese orgullo y me permití aprender y buscar herramientas para liderar.
En 2008 di con el coaching. ¡EUREKA! Cambié entonces mi estilo de liderazgo; pasé de decir qué debía hacerse a CONFIAR en el talento ajeno, de supervisar a otorgar corresponsabilidad, de charlar sobre problemas a gestionar reuniones proactivas, de hablar a ESCUCHAR. En definitiva, aprendí a gestionar personas, a mejorar las relaciones y a optimizar las emociones colectivas en el hotel. En 1 año, los indicadores de éxito se dispararon positivamente: pasamos de déficit durante 5 años a superávit, las quejas se redujeron un 30%, los dos hoteles se situaron 1º y 2º de la cadena en reconocimiento de clientes y sellos de satisfacción, llevamos a cabo propuestas innovadoras y, lo principal, los miembros del personal volvieron a estar orgullosos de lo maravilloso que es su oficio y de pertenecer a esta empresa. Y yo, ahora sí, feliz.
¡FUNCIONA!
Comprobé en mis propias carnes que apostar por el capital humano con profesionalidad y método conduce a los mejores resultados. Con los hoteles en velocidad de crucero y empoderado por estos éxitos, en 2010, decidí virar y hacerme coach profesional con miras, en un futuro, a llevarlo al sector hotelero. Y es que ojalá en mi época de director hubiese podido contar con expertos en Inteligencia Emocional, con facilitadores de relaciones interpersonales, con coaches que conociesen el especial mundo hotelero, con especialistas en aportar una conciencia organizacional. Le hubiera ahorrado a la empresa, a los compañeros y a mí un largo camino.
¡¡Ojalá hubiese existido antes METAHOTEL!!
Coach Internacional y Fundador de METAHOTEL